Si durante años en la industria de la cosmética se han categorizado las cremas por edades, las cosas empiezan a cambiar. En el momento actual de la belleza y la cosmética es más efectivo utilizar productos destinados a necesidades concretas. Puede que ya no tenga sentido elegir una crema para prevenir el envejecimiento en cuanto cumples 25 años, ni cambiar a una para pieles maduras cuando superas la barrera de los 50. Y no lo decimos solo por el hecho de que ya no queremos borrar las arrugas, sino porque “desde el punto de vista dermatológico, se puede tener 50 años y una piel de 25”. Y la inversa. Así lo recogía un artículo de la revista Vogue, escrito por Ana Morales y con declaraciones de la doctora Lidia Maroñas, dermatóloga de Clínica Dermatológica Internacional.

La edad es el factor que menos influye en el envejecimiento de la piel

Un dato que refuerza el hecho de que no tiene sentido elegir una crema solo por la edad que aparezca en nuestro DNI, es el hecho de que, tal y como nos explica Maroñas, “la edad solo influye un 25% en el envejecimiento de la piel, mientras que el exposoma, es decir, el conjunto de factores externos perjudiciales a los que nos exponemos a lo largo de nuestra vida (sol, tabaco, contaminación) determina el 75%, apunta la experta.

Para elegir una crema facial adecuada hay que tener en cuenta las características y necesidades, independientemente de su edad cronológica.

Todo lo anterior confirma que, a la hora de elegir una crema o un tratamiento, “tiene más sentido hablar de edad biológica (la que realmente refleja nuestro estado de la piel) que de edad cronológica (la que viene marcada por nuestra fecha de cumpleaños)”, apunta Maroñas. Evidentemente, a medida que cumplamos años nuestra piel irá cambiando y no presentará las mismas características –por eso se sigue hablando de pieles jóvenes y pieles maduras–, pero es importante no quedarse solo con la edad a la hora de elegir un tratamiento.

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El manual para elegir bien una crema/sérum facial

  1. Para aportar hidratación: cremas con ácido hialurónico, ceramidas y ácidos grasos. La crema facial C1 para piel normal/seca contiene ingredientes altamente hidratantes.
  2. Para luchar contra los signos del fotoenvejecimiento (manchas, pérdida de tersura, tono apagado): una combinación de vitamina C y despigmentantes, como los del sérum booster antimanchas.
  3. Repara tu piel con productos específicos para pieles sensibles o con rojeces, como el sérum booster 02 reparador y antirrojeces.
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