¿Sabes quién eres?

A ninguna de nosotras se nos ocurriría subirnos a un Ferrari último modelo sin que nos dieran unas cuantas instrucciones básicas para sacarle el mayor partido, poder disfrutar del viaje y no cargárnoslo o morir en el intento. Pues resulta que tenemos entre manos una creación mucho más precisa, poderosa y valiosa, que vamos aprendiendo a gestionar por prueba/error, sin instrucciones y a veces con mucho sufrimiento: nosotras mismas.

La primera vez que oí que los seres humanos utilizábamos el 5% de nuestra capacidad mental y que el 95% de nuestras decisiones eran tomadas por el inconsciente, me quedé helada, ¡menudo potencial de mejora! Parece ser que solemos ir en piloto automático y sin haber verificado si el “software que hay cargado” (mis creencias), resulta útil o no para el destino al que queremos ir.  

La vida me ha enseñado que tenemos dos caminos para transformarnos, el del sufrimiento o el del compromiso consciente con el autoconocimiento. Cuanto más nos conozcamos y musculemos nuestros recursos internos, mejor preparados estaremos para las pruebas difíciles de la vida. 

 El autoconocimiento es un proceso continuo de toma de conciencia de quienes somos realmente, de cómo funcionamos y, por analogía, como funcionan el resto de los seres humanos con los que compartimos el planeta tierra.  El autoconocimiento nos lleva a honrar nuestra individualidad y a respetar la individualidad del otro, a la vez que conectamos con la unidad que todas somos. Es la labor más importante que tenemos como seres humanos en esta escuela que es la vida. De este proceso de autoconocimiento dependerá que podamos sacarle el mayor partido a nuestro particular “Ferrari”. 

En el Oráculo de Delfos de la antigua Grecia, cuando alguien se acercaba a hacerle alguna consulta, antes tenía que leer: 

“Te advierto, quienquiera que fueres tú, que deseas sondear los arcanos de la naturaleza, que, si no hallas dentro de ti mismo aquello que buscas, tampoco podrás hallarlo fuera. Si tú ignoras las excelencias de tu propia casa, ¿cómo pretendes encontrar otras excelencias? En ti se halla oculto el Tesoro de los Tesoros. Hombre, conócete a ti mismo y conocerás el universo y a los dioses”.  

Lao Tzu dijo: “El que conoce lo exterior, es erudito. Quien se conoce a si mismo es sabio. Quien conquista a los demás, es poderoso. Quien se conquista a sí mismo, es invencible”.

Es mi experiencia. Te invito a que no te creas nada. Investiga y experimenta. 
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